El suicidio es un problema de salud pública de primer nivel en el mundo. Más de 800.000 personas se quitan la vida cada año.
Ya estamos en plena campaña electoral, y este no es un artículo para pedir el voto, es obvio cuál es mi preferencia y que no soy ni imparcial ni equidistante, tan solo son unas líneas para la reflexión desde la óptica progresista ante las semanas que tenemos por delante.
“Cuanto antes, mejor”. Son las palabras de una mujer, María José Carrasco, expresando su decisión individual, autónoma, consciente, firme y libre de morir. Reivindicando la propiedad de la vida.
Esta cita electoral ha dejado bien claro que la política importa a la ciudadanía, reflejado en los elevados niveles de participación, y que España tiene personalidad propia en una Europa donde la socialdemocracia estaba en retirada.
“Si te afliges, te aflojas”. Una frase que en más de un momento complicado de mi vida Alfredo me ha dicho.
Verónica no ha sido la única mujer que ha sentido tanta humillación pública como para quitarse la vida.
«Me niego a entrar en el estúpido juego de tener que demostrar el doble para obtener la mitad», asevera la filósofa Amelia Valcárcel. Y es que las mujeres en general sufrimos hoy un veto a la hora de acceder a puestos de responsabilidad y disfrutar de las mismas oportunidades vitales que los hombres.