Existe un marketing muy agresivo por parte de la industria del porno que está en una constante búsqueda de consumidores nuevos a través de las tecnologías y las redes sociales, y los niños están ahí.
Ya estamos en plena campaña electoral, y este no es un artículo para pedir el voto, es obvio cuál es mi preferencia y que no soy ni imparcial ni equidistante, tan solo son unas líneas para la reflexión desde la óptica progresista ante las semanas que tenemos por delante.